Estemos atentos a las oportunidades

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En nuestro día a día familiar tenemos muchas oportunidades para acompañar a nuestros hijos en el descubrimiento del mundo que les rodea, y en las ocaciones de aprendizaje que este descubrimiento conlleva.

La observación consciente en la filosofía Montessori es clave para saber acompañarlos en estas ocaciones que muchas veces se nos escapan sin darnos cuenta. Dedicar algunos momentos del día a observar el comportamiento de nuestros hijos, sus momentos de independencia, sus intereses, los tipos de juegos, los juguetes que eligen, los horarios incluso del baño, de hambre, de berrinches, etc.; nos sirve mucho para conocer mejor las necesidades y deseos internos de nuestros hijos.

Esta observación debe ser objetiva, sin críticas ni juicios.

Podrías apuntar en un cuaderno las cosas más relevantes para tenerlas siempre presentes y recurrir a él cuando necesitemos refrescar algo importante. Te darás cuenta, al revisarlo un tiempo después, que los niños pasan por muchas etapas y que sus necesidades cambian continuamente a medida que crecen.

Tener un ambiente preparado en casa que responda a las necesidades de cada etapa es muy importante para asegurarnos de un desarrollo armónico. Un ambiente preparado es, un ambiente pensado para el niño, donde pueda moverse, investigar, manipular, jugar y experimentar libremente. Este movimiento libre, sin restricciones, es beneficioso no sólo para su desarrollo físico e intelectual sino además, emocional. Le ayudará a auto-gestionarse, a ser pro-activo y autónomo, tanto de niño como de adulto.

En nuestras casas es necesario que el niño tenga espacios donde pueda sentirse libre, por mas grande o pequeño que sea nuestro hogar, y permitirles explorar por ellos mismos. Teniendo en cuenta por supuesto, la necesidad de límites, con pocas reglas pero muy claras que le permitan ser parte de su hogar en libertad.

Disponer de un hogar en el que conviven niños y adultos significa dejar a la altura del niño todo lo que no sea peligroso y que puedan tocar; y poner a la altura del adulto todo lo que sea de su uso exclusivo.

Esta libertad de movimiento en la infancia le traerá numerosos beneficios en su vida. Tratemos de ver nuestro hogar desde su perspectiva, poniéndonos a su altura. El ambiente preparado ayudará al niño a que haga las cosas por sí mismo y, al aprender en armonía a través de la libre elección de trabajo, esto promoverá su responsabilidad y confianza en sí mismo.

 
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Tener un ambiente preparado es clave pero también lo es estar atento a las oportunidades que se presentan en el hogar.

 

Al encuentro de

las oportunidades

Dejar a los niños en libertad muchas veces supone para nosotros la espera de una “consecuencia negativa” a una acción en específico. Lo que quiere decir, que cuando dejamos a los niños a su libre albedrío es muy probable que ocurran situaciones que no podemos controlar.

Muchas veces las cosas se dañan a causa de los niños. Porque sin querer rompen nuestro jarrón favorito, manchan el suelo, pintan paredes, etc. Y nuestra primera reacción suele ser siempre negativa: “Mira lo que has hecho”, “Eso no se toca”, “Que distraído eres”.

Te gustará escuchar que estos accidentes comunes son OPORTUNIDADES MARAVILLOSAS para trabajar en positivo con nuestros hijos el sentido de la responsabilidad, a través de la relación causa y efecto, y el aprendizaje que generan nuestros actos.

Para acompañar a los niños de esta manera necesitamos modificar nuestra conducta, dejar a un lado los regaños y castigos; y reemplazarlos por métodos más respetuosos y positivos, mostrando que cada cosa que hacemos tiene una consecuencia lógica, bien sea positiva o negativa.

Os doy un ejemplo claro:

 

Sebastián (9 años), tuvo la idea de jugar en casa con arco y flecha siendo la pared, el blanco. El resultado fue: Agujeros en la pared.

¿Cómo reaccionarías tú?

a. Con gritos, quitándole el juguete y castigándole. Y además tendrás tú que reparar la pared.

b. Mostrando la consecuencia de su juego y enseñándole a reparar los daños. Además compartir una actividad que le generará un aprendizaje positivo.

La opción escogida fue ésta 😀:

 
 

¿Cuál es el aprendizaje que se ha generado en Sebastián por un acontecimiento imprevisto?

  • El niño se ha hecho consciente de sus actos.

  • Ha podido asumir las consecuencias de su error desde la tranquilidad y la empatía del adulto.

  • Ha sabido mirar la parte positiva, la solución.

  • Ha experimentado la satisfacción de haber solucionado un problema por sí mismo.

  • Ha fortalecido su autoestima.

  • Ha adquirido un nuevo conocimiento: utilizar masilla y herramientas de construcción.

Otros casos en el hogar para aprovechar las oportunidades son el reciclaje de cosas viejas, sobre todo las que más conexión le han generado. Por ejemplo, peluches que ya están rotos, sofás descosidos, etc. En vez de deshacernos de ellos, podemos arreglarlos juntos y dejarlos como nuevos.

 
 

En el exterior también se nos presentan oportunidades maravillosas. En la terraza o el jardín pueden visitarnos algunos nuevos amigos, como por ejemplo: insectos, lagartijas, etc.

Tengamos siempre a mano elementos que ayuden a fomentar la curiosidad de los niños.

En el mercado hay varios KITS para exploración de insectos que recomendamos mucho tenerlos siempre en los hogares, tanto para este tipo de “visitas inesperadas” como para paseos por los parques y la naturaleza.

 
 

Los juguetes también necesitan mantenimiento. Una bicicleta a la cual se le ha salido la cadena, un coche que ha perdido una rueda; son ejemplos de actividades que surgen en la cotidianidad y que podemos aprovechar para generar un aprendizaje en los niños, además de compartir un tiempo de calidad.

 
 

En el día a día en casa, tenemos muchas tareas de las cuales ocuparnos, algunas programadas y otras que van surgiendo espontáneamente.

Nuestra primera reacción es resolver el problema nosotros mismos pero una tarea que nos da pereza, o que sentimos como una obligación o simplemente algo que tenemos que resolver con nuestros hijos, se convierte instantáneamente en una aventura, en algo emocionante y divertido. A su vez, transmite valores sobre responsabilidad y como siempre decimos, que los niños se involucren en tareas reales con resultados concretos, los ayuda a sentirse realizados y confiados con ellos mismos.

A veces, los adultos necesitamos ayudantes de lujo y seguramente los niños serán la compañía perfecta para resolver dificultades.

 
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