Una de las áreas de trabajo de María Montessori a la que se le dio una gran importancia, es al Área Sensorial, ya que el desarrollo de los sentidos es la base del dominio de futuros conocimientos, como las matemáticas y el lenguaje.
A través de los sentidos, los niños conocen el mundo que los rodea. Toman consciencia de su entorno, aprenden a clasificar, a reconocer las características de los objetos y a observar todos sus detalles.
Poco a poco, van discriminado, comparando, identificando formas, fragancias, gustos, temperatura, peso y volumen. Estas experiencias los lleva al razonamiento, a la formación de su propio criterio, a la resolución de conflictos y a la capacidad de decisión.
Es muy importante que el adulto comprenda la importancia de que los niños conozcan el mundo a través de sus propias experiencias, experimentando por ellos mismos, sin la necesidad de que otro le explique cómo son las cosas.
Todo lo que se aprende con emoción, no se olvida jamás. Es un conocimiento adquirido que dura toda la vida.
Regalémosle a nuestros hijos conocer el mundo a través de la experimentación y la emoción, con nuestro acompañamiento por supuesto y les estaremos dando un regalo para toda la vida.
Algunas sugerencias
de acompañamiento:
Prepara las actividades antes de presentarlas: Asegúrate de que sabes cómo funciona y de que tienes todos los materiales.
Asegúrate de tener a mano los utensilios de limpieza que puedas necesitar: paños para limpiar derrames y un cuenco para exprimir, escoba, pala, etc. Aprovecha la ocasión de limpiar para involucrar al niñ@.
Escoge el momento para que no haya interrupciones.
Evita utilizar el teléfono móvil si estás participando en la actividad. La idea es que estés presente al 100%, aunque sea sólo observando.
No te crees expectativas. Prepara la actividad y luego déjala fluir.
Si luego descubres que no era el momento, que tu hijo no estaba en el humor ideal o que simplemente no está saliendo bien. No lo tomes a la fuerza, respira profundo y guarda la actividad para otro momento.
Si notas que el niñ@ está utilizando la actividad para dañar los materiales, tirarlos y que no le interesa, mejor retirarla.
Has propuestas de actividades que se adapten a la edad de tu hijo y a sus intereses.
Presenta las actividades con reglas claras de orden y limpieza.
Presenta las actividades para que se hagan de una forma pero dando libertad de expresión al niño y dejándole explorar nuevas formas.
Escoge el ambiente adecuado para cada actividad, que pueda ensuciarse, que sea cómodo y con todos los elementos necesarios para no interrumpir la actividad.
Cuando presentas una actividad por primera vez, muéstrale cómo se hace.
No interrumpas al niño si tiene momentos de concentración.
No es necesario felicitarlo ni decirle lo bien o lo mal que lo ha hecho. Recuerda que lo más importante es pasar un buen momento. En cambio puedes decir cosas como: ¿Qué te parece?, ¿Te gusta cómo ha quedado? Qué concentrado estás. Has practicado mucho con las tijeras. Etc
Respeta los ritmos del niño, permítele explorar a su propio ritmo.
Respeta su forma de hacer las cosas.
¡Ahora sí, a trabajar los sentidos!
1. Tablero sensorial de texturas.
El sentido del tacto juega un papel muy importante en edades tempranas, es su primer medio de comunicación. Permite al niño conocer lo que le rodea y conocerse a sí mismo. Le permite perfeccionar sus destrezas, sentirse cómodo y seguro.
Puedes conseguir algunas opciones de tableros sensoriales en tiendas especializadas, también libros con texturas de animales, nubes, césped, etc
En esta actividad es muy importante el lenguaje, ya que al tocar cada textura podemos verbalizar la característica de cada una: es suave, es áspero, es liso, rugoso... ¡con frases cortas mejor!.
Una vez los conceptos estén adaptados, podremos jugar a buscar objetos suaves y objetos ásperos por toda la casa.
Materiales: Cartón duro · Diferentes texturas · Cola blanca · Tijeras
Otra muy buena opción es hacerlo en casa. Si tu bebé está en la etapa de comenzar a gatear, colocarlo en el suelo motivará su movimiento; y si está en la búsqueda de ponerse de pie, es una buena opción pegarlo a la pared para que sienta el deseo de levantarse.
Ejercicio Siguiente - Emparejar:
EJERCICIO 1:
Encuentra las piezas con texturas iguales y nombra las que son diferentes. Decimos:
"Ésta es igual a”
“Ésta es diferente a”
EJERCICIO 2:
Empareja las 32 piezas cilíndricas en parejas. Para ello, sin utilizar la vista, mete la mano en la bolsa y encuentra las parejas. Verás que no es tan sencillo como parece puesto que hay superficies que se parecen. Así que puedes empezar con 3 parejas y con el tiempo ir aumentando la cantidad.
Otra alternativa más visual es emparejar con estas bandejas, donde ademas de la textura, hay diferentes colores.
Materiales: Cartón duro · Diferentes texturas · Cola blanca · Tijeras
Recorta cuadrados o círculos de cartón para construir este juego de parejas con texturas. Por ejemplo, dos piezas con papel de lija, dos con césped, dos con papel rugoso, dos con terciopelo, etc. Cuando los tengas listos, puedes hacer los ejercicios anteriormente descritos.
2. Tablas de lija Liso-Rugoso
A partir de los dos años y medio/tres, los niños van adquiriendo la capacidad de definir conceptos. Una actividad para trabajar los conceptos básicos de texturas pueden ser las tablas de lijas Montessori, son un gran recurso ya que con ellas aprenden a diferenciar los términos opuestos áspero y suave.
Materiales: Cartón duro · Papel de lija de distintos grosores (se compra por números según su grosor). · Cola blanca · Tijeras
Recorta tres rectángulos de cartón duro.
En el primer rectángulo pega una mitad con el papel de lija más grueso y deja libre la otra mitad. (Como lo muestra la figura 1)
Recorta 5 tiras del papel de lija de grosor mediano, todas iguales, y colócalas en el segundo rectángulo intercalando liso, rugoso. (Como lo muestra la figura 2)
Recorta una tira por cada grosor de papel de lija, desde el más delgado hasta el más grueso. Serán 5 tiras en total. Las colocarás en el tercer rectángulo intercalando liso, rugoso y en orden de grosor. (Como lo muestra la figura 2)
Ejercicio Siguiente:
Cuando el niño ya conoce esta actividad, puedes hacer este ejercicio con los ojos cerrados o con una venda en los ojos.
Para presentar a los niños una actividad por primera vez, aisla las distracciones al máximo (trabajando un solo sentido a la vez) y presentándoles pocos elementos.
3. Tableros sensoriales mixtos.
Son tableros para colgar en la pared o poner en el suelo, que tienen objetos y materiales con distintas mecanismos; de forma que el niño, mediante la exploración libre pueda interactuar con ellos. Por ejemplo: Cerraduras de distintos tipos, pomos que giran, ruedas, cosas que giran, interruptores, etc.
Materiales: Muchos los encontrarás en una ferretería. Puedes también agregar algunas cosas que tengas empolvadas en casa como un teléfono de números rotativos 😅.
Además del tablero, puedes colgar telas y cuerdas sensoriales en cualquier lugar de la casa que se preste para esta actividad. Éste material ocupa menos espacio y permite ser guardado con mayor facilidad. Puedes colgar cuantas quieras y trabajar conceptos como colores y texturas.
Otra idea que tiene mucho éxito, sobre todo para niños que gatean es, crear en casa un camino sensorial. Para ello delimitaremos un camino para que el niño pueda seguirlo. Pondremos elementos de distintas texturas, temperaturas y formas en el camino:
Te dejamos más ideas sobre tableros sensoriales:
- Tableros de arena/agua/objetos que ruedan: Con los tubos de papel de cocina o de construcción, puedes proponer un recorrido súper especial para jugar con arena en cualquier época del año y agua en verano. También puedes proponer bolas de papel y cualquier objeto que ruede:
- Tableros con pocas texturas y ventanas para abrir: ¡Esta actividad les gusta mucho!! ¡Pueden tocar, abrir, cerrar!
Materiales: 4 tapas de los empaques de las toallitas de bebé, 4 texturas, cola para pegar, cartón duro.
- Tableros y casitas con cerraduras: Existen en el mercado muchas opciones de tableros y casitas con cerraduras. En España puedes encontrar alguna AQUÍ.
Por supuesto que siempre existe la opción de hacerlo tú mismo.
4. Botellas sensoriales.
Las botellas sensoriales son un material que acompaña mucho tiempo al niño, desde bebés con la simple manipulación y observación, hasta cuando podemos prepararle los materiales en una bandeja para que los hagan ellos mismos.
Las botellas se llenan de objetos en función de las destrezas sensoriales que queramos proponer, por ejemplo, sensibilidad a las formas, pesos y colores.
En el momento en que decidas presentar al niño botellas sensoriales, escoge las que proponen un sólo concepto a la vez. Por ejemplo:
Si queremos trabajar los colores: El mismo material en distintos colores.
Si queremos clasificar animales: La misma composición de la botella, la misma cantidad de elementos. Una botella con animales marinos, una botella con animales de la granja, etc.
Las botellas sensoriales sin líquidos.
Son ideales como primeras botellas para evitar el riesgo de riegos.
Tienen sonidos.
Suelen ser más ligeras y fáciles de agarrar.
Cuando son pequeños trabajan el movimiento al perseguirlas con el gateo y transportarlas de un lado a otro de la habitación. Puedes llenarlas con:
Granos de distintas formas y tamaños.
Piedras de distintas formas y tamaños.
Cuentas de colores.
Cualquier elemento natural.
Ejercicio Siguiente - Emparejar:
Pueden juntar botellas por parejas trabajando un sólo concepto a la vez: Por ejemplo hacer parejas de colores, hacer parejas según el peso, parejas según el contenido, etc.
Si hacemos las botellas con los niños estarán trabajando la motricidad fina, la coordinación óculo manual, la pinza, la atención.
Podemos aprovechar los paseos con nuestros hijos para recolectar materiales para introducir en las botellas.
Si tienes bebés con hermanos mayores, puedes involucrar a este último en la preparación de las botellas sensoriales para el bebé.
Puedes comprar las botellas sensoriales ya listas en distintas tiendas especializadas en juguetes educativos. Pero si te decides a prepararlas necesitarás:
Materiales para botellas con líquidos:
Botellas de plástico de 200 ml con tapa de rosca, para bebés. Si vives en España, puedes comprarlas AQUÍ. Si tienes niños mayores de un año podrías utilizar botellas más grandes.
Agua.
Aceite corporal de bebé o sirope de maíz. El aceite ayuda a que los objetos que coloquemos dentro, se desplacen con movimientos lentos.
Colorante alimentario en gel hidrosoluble para teñir el agua. El agua se tiñe por separado.
Silicona para sellar la tapa y evita riegos.
Objetos varios que pueden ser purpurinas, cristales de colores, animales como los de Safari LTD que puedes ver haciendo click en el mismo nombre.
Materiales para botellas secas:
Botellas de plástico de 200 ml con tapa de rosca, para bebés. Si vives en España, puedes comprarlas AQUÍ. Si tienes niños mayores de un año podrías utilizar botellas más grandes.
Piedras de distintas formas.
Distintas hojas de árboles y plantas.
Frutos secos.
Plumas.
Alimentos como arroz, lentejas, pasta corta.
Semillas.
Cuentas de colores.
También podemos hacerlas temáticas:
Las estaciones del año.
Animales por zona: Animales marinos, Animales de la granja, Animales de la selva.
Objetos por color.
Y cualquier tema que observes que le puede interesar a tu peque.
Montessori dividía el aprendizaje en 5 áreas: sensorial, vida práctica, lenguaje, matemática y cultura.
Dentro del área sensorial, incluye el sentido estereognóstico: la capacidad de reconocer un objeto sólo con el tacto.
Los objetivos de la bolsa misteriosa son:
Desarrollar el sentido esterognósico, o la capacidad de reconocer objetos sin verlos, sólo tocándolos con la mano. Refinar el sentido del tacto para identidicar objetos en ausencia de los demás sentidos.
Permite desarrollar la concentración.
Fortifica el lenguaje a través del vocabulario al nombrar los objetos.
Promueve la curiosidad y la exploración sobre el entorno.
5. La bolsa misteriosa.
El juego consiste en meter la mano en una bolsa sin mirar dentro, y reconocer el objeto. Suele ir bien a partir de 3-3,5 años (el niño debe tener un ligero autocontrol de tocar sin mirar, los menores de esa edad suelen sacar el objeto por completo).
Materiales:
Dos bolsas exactamente iguales que contienen cada una sólidos geométricos exactamente iguales. Puedes ver la referencia AQUÍ.
Procedimiento:
Las primeras veces hacemos el ejercicio con 3 sólidos para no confundir y asegurarnos de que recuerda los nombres. Los vamos rotando cada vez que jugamos, dejando alguno ya aprendido.
Nos sentamos a la derecha del niño (si es diestro, al contrario si es zurdo) y se le dice al niño que se le va a enseñar una actividad nueva: la bolsa misteriosa y se la mostramos.
Metemos una mano o las dos en la bolsa, haciendo el gesto de tocar y remover dentro y decimos “creo que estoy tocando una figura que tiene todos sus lados iguales y es plana por todos sus lados, un cubo”. ¿Lo comprobamos?
Sacamos el objeto y se lo mostramos comprobando que es el objeto que reconocimos a través del tacto y repetimos con el siguiente objeto hasta vaciar la bolsa.
Devolvemos todos los objetos dentro de la bolsa y los nombramos uno a uno al introducirlos para recordar el nuevo vocabulario.
Invitamos al niño a realizar la actividad.
Poco a poco vamos introduciendo todos los sólidos geométricos. Y más adelante proponer hacerlo con los ojos cerrados o vendados.
Puedes replicar esta misma actividad utilizando objetos de la naturaleza o cosas que consigues en ferreterías, mercados, etc.
Durante el juego, podemos ir nombrando cada objeto y su condición, duro, blando. Es una buena oportunidad para hablar también de si el objeto es ligero o pesa mucho, así que es una actividad en la que se puede trabajar conceptos de volumen y peso.
Algunas ideas de materiales para introducir:
Duros: mortero de madera, pelotas con distintas texturas, piedra, nuez, cajas de diferentes tamaños o materiales, piezas de madera de construcción.
Blandos: pelotas blandas, muñeco pequeño de goma, peluche pequeño, una esponja, un cojín pequeño, un ovillo de lana.
6. Saquitos sensoriales.
Debemos confeccionar por pares distintos pequeños cojines de diferentes materiales (o comprarlos), de algodón, lana, seda, cuero, bordados, etc).
Todo lo que vaya dentro de un saco y contenga el factor sorpresa, es un elemento motivador. Los saquitos proporcionan una experiencia muy agradable al tacto.
Al principio la idea es que los niños exploren todos los cojines como quieran y luego les explicaremos que van por pares y le invitaremos a emparejarlos, tal como haremos en los cilindros de colores más adelante.
7. Tableros auditivos:
Podemos introducir a los niños a las primeras formas musicales desde muy temprana edad utilizando cuerdas y tubos metálicos de diferentes tamaños, panderetas de distintos tipos y tamaños, xilófonos y cualquier cosas que emita sonidos agradables.
Podemos disponer en casa de un rincón de la música con diferentes instrumentos. Es una actividad en sí misma, aprenden a distinguir sonidos, a reconocerlos y a compararlos.
Selecciona siempre instrumentos musicales reales y de buena calidad, piensa que el oído del niño se está desarrollando a partir de lo que escucha.
El sentido del oído generalmente no lo tenemos presente a la hora de jugar con los niños. A partir de ahora puedes tomar más conciencia de ellos y hacer énfasis en sonidos específicos: “¿Escuchas cómo suena la pandereta?”, “Escuchas el piano?”, ¿Cómo suena al golpear este objeto?.
8. Emparejar sonidos.
Cilindros de Colores.
La pedagogía Montessori, nos propone actividades para adquirir habilidades auditivas y refinamiento del oído. Son contenedores con dos sonidos iguales para emparejar.
Materiales:
Un contenedor rojo con 6 cilindros con sonidos progresivos, del más ligero al más grueso.
Un contenedor azul con 6 cilindros con los mismos sonidos del contenedor rojo.
Una bandeja, alfombra o mantel para trabajar.
Procedimiento:
Selecciona un cilindro de color rojo y agítalo para escuchar su sonido.
Agita los cilindros de color azul hasta encontrar su par.
Separa la pareja y repite la operación con otro cilindro rojo.
Es importante destacar que cuando trabajamos un sentido, es necesario aislar distracciones para que la concentración en lo que estamos proponiendo sea mayor. Por ejemplo, si ofrecemos distintos botes de sonidos para emparejar, que sean todos de un mismo color y forma.
Ejercicio siguiente:
Una vez que se ha realizado esta actividad, proponemos hacerla con los ojos cerrados. También puedes utilizar un antifaz.
Podemos hacerlos nosotros mismos comprando envases idénticos. Incluso podrían ser cuadros.
Distinguimos los envases “guía” de un color, y su pareja de otro color (como lo muestra la actividad de cilindros de colores).
Define los objetos que utilizarás para producir los sonidos y llena los envases. Por ejemplo, granos de distintos tipos y tamaños.
IMPORTANTE: Cada pareja debe tener el mismo objeto en misma cantidad para que el sonido sea exactamente igual. Puedes utilizar una balanza de cocina para pesarlos.
Esta es una ingeniosa actividad que agudiza los sentidos y requiere de mucha atención y concentración.
9. Emparejar olores.
La siguiente actividad consiste en emparejar cilindros con especias. Olores que contrasten entre sí, para que los niños tengan que encontrar las parejas utilizando el sentido del olfato.
Materiales:
6 especias diferentes.
12 botes con agujeros en la tapa, que puedes comprar AQUÍ. O puedes utilizar tus frascos de condimentos sin etiquetas y que sean todos iguales. Solamente agrega una pegatina en la base de los envases para comprobar las parejas.
Una bandeja para presentar la actividad.
Procedimiento:
Prepara una columna de 6 envases con una especie y llena su pareja exactamente igual.
Selecciona un bote para olerlo.
Encuentra su pareja.
Separa la pareja y repite la operación con otro bote.
Además de desarrollar su olfato, estará adquiriendo destrezas de la vida real y ganará vocabulario.
Ejercicio siguiente:
Una vez que se ha realizado esta actividad, proponemos hacerla con los ojos cerrados o con un antifaz.
Vamos a despertar el sentido del gusto.
10. Emparejar sabores:
La presentación de esta actividad es similar a la anterior. En distintos botes con gotero, ponemos en parejas zumos de diferentes sabores. Lo ideal es que se contrasten entre sí.
Materiales:
8 botes con gotero que puede comprar AQUÍ, o comprarlos en una farmacia.
4 zumos diferentes colados finos, preparados con agua y una fruta o vegetal.
Una bandeja para presentar la actividad.
Procedimiento:
Llena 4 botes con diferentes sabores y colócalos en una columna.
Llena los siguientes 4 botes con los mismos sabores colocados al lado en otra columna pero en distinto orden.
Selecciona un contenedor. Coloca una gota de zumo en un dedo y saborea.
Encuentra su pareja.
Separa la pareja y repite la operación con otro contenedor.
Si proponemos zumos, podemos exponer la fruta entera junto a la actividad, y preguntar al niñ@, “¿A qué fruta pertenece este sabor?”.
Actividades como éstas:
Permiten al niño aprender por sí mismo, ya que el material le indicará si está correcto o no.
Es un aprendizaje sensorial y autónomo.
Favorece el aprendizaje de nuevo vocabulario.
Estimula la curiosidad y le ayuda a diferenciar los distintos tipos de sabor/olor/sonido y nuevo vocabulario relacionado con los sentidos.
11. Cesto de los tesoros:
Se trata de un cesto con objetos de diferentes materiales, pesos y texturas para que los niños experimenten. En este juego, los niños manipulan elementos de la naturaleza o de su entorno cotidiano.
Es una propuesta para bebes que aún no se desplazan y es muy apetecible para los que gatean. Centran TODA SU ATENCIÓN en la exploración de objetos, captando sensorialmente sus cualidades.
Los cestos contienen objetos cotidianos, naturales, de diferentes texturas y materiales para que los niños realicen una exploración totalmente libre.
Al interactuar con el cesto, el niño trabaja todos los sentidos. Compara los diferentes materiales, como por ejemplo la madera con el metal (no tienen el mismo peso, olor, textura), la coordinación, la atención, las características de los objetos, etc.
Materiales:
1.- Un cesto preferiblemente de materiales naturales.
2.- Objetos varios:
· Ovillos de lana.
· Piedras de más de 5cm.
· Trozos de corchos grandes.
· Cáscaras de frutas duras, como las del coco.
· Caracoles grandes de mar (que no pinchen ni puedan entrar en la boca enteros).
· Brochas de afeitar.
· Objetos de madera.
· Anillas de madera o de metal.
· Castañuelas.
· Batidora de huevos.
· Objetos de papel y carton.
· Esponjas.
· Libretas pequeñas.
· Tubos de cartón.
· Objetos de piel y tela, fieltro.
· Pelotas de distintas texturas.
· Cintas de texturas y colores variados.
· Funda de gafas.
· Tapón de bañera con cadena.
Podemos hacerlos temáticos, clasificándolos por materiales, colores, texturas, formas, etc.
Procedimiento:
Coloca el cesto en el suelo cerca del niño o tenlo siempre en una repisa a su alcance para niños que gatean.
Cambia el contenido de la cesta cada semana o cuando veas que ya no le interesa. De esta manera mantendrás activa su curiosidad.
Para niños a partir de 18 meses puedes hacer clasificaciones más específicas como tipos de frutas, figuras geométricas, pesos, etc.:
Si decides comprar los materiales para el cesto de los tesoros puedes hacer CLICK AQUÍ. Si no, te pueden servir de referencia.
12. Cesto de frutas y verduras.
Estar en contacto con los alimentos, es una actividad llena de estímulos.
Cada uno tiene un olor particular, una textura única, un sabor diferente. La hora de la comida ya de por sí, es una actividad llena de sensaciones.
Para los pequeños cuyo principal juego es el movimiento y se encuentran en una etapa muy sensorial, en donde quieren llevarse todo a la boca, esta actividad es ideal.
Debemos elegir frutas, que no estén muy maduras para que el niño no pueda aplastarlas o comerlas con facilidad. Tampoco frutas pequeñas para evitar accidentes.
La idea es dejar el cesto al alcance del niños para que lo explore libremente. Si ponemos frutas o verduras muy diferentes entre sí, descubrirán las distintas texturas, pesos, formas, olores.
Los niños las cogerán, las tiraran, las volverán a poner en el cesto, las harán rodar y las chuparán, descubriendo las propiedades de cada una.
Materiales:
Un cesto preferiblemente de materiales naturales.
Opción 1
Cesto variado: Con frutas o vegetales de distintos tipos o un mix de ambos. Plátano, manzana, naranja, mandarina, brócoli, tomate, limón, apio, melón, aguacate, especias, cebolla, berenjena, col, etc… cuantos más sabores y texturas mejor.
Opción 2
Cesto temático: Por temporada de fruta y/o de vegetales. Frutas cítricas, Frutas de bosque, de árbol, etc.
NOTA: Si el niño está en la etapa de adquisición de vocabulario, puedes poner frutas o vegetales de las cuales desconozca sus nombres. En este caso, lo mejor es poner solamente 4 distintas así podrá reconocerlas y nombrarlas. Luego, días más tarde o en la siguiente compra, puedes rotar el contenido.
Procedimiento:
Presenta la actividad en el suelo sobre una alfombra o superficie fácil de limpiar. Si el niño se desplaza por sí solo, puedes proponerla en un mueble a su altura. Un buen momento para presentar esta actividad es cuando estás en la cocina.
13. Tarjetas de Imágenes y Nomenclaturas:
Frutas y verduras.
Un ejercicio fabuloso para adquisición de vocabulario y conceptos, es complementar actividades como éstas con tarjetas de imágenes y nomenclaturas.
A partir de los 12 meses, cuando el niño comienza a adquirir más vocabulario y coordinación de movimientos, podemos proponer emparejar frutas y vegetales con TARJETAS CON IMÁGENES:
Materiales:
Una bandeja o mantel individual para presentar la actividad.
Escoge una de las distintas opciones por temas:
Un cesto con frutas y verduras. Comienza con un máximo de 4 variedades y luego ve rotando el contenido según el interés del niño, y escogiendo artículos preferiblemente de temporada y que haya experimentado anteriormente. Una buena idea es poner en el cesto el alimento que comerá ese día en la merienda o la comida para que pueda relacionarlo con el alimento preparado.
Un cesto con frutas cítricas.
Un cesto con vegetales verdes.
Un cesto con solamente vegetales, etc
Un cesto con las TARJETAS CON IMÁGENES que corresponden con la fruta y vegetales a presentar.
A continuación puedes descargar el imprimible de frutas y verduras elaborado por Bunga:
Procedimiento:
Coges una tarjeta de la cesta y la colocas en la bandeja o mantel de trabajo. La nombras: “Manzana”, por ejemplo.
Invitas al niño a que te ayude a conseguir el alimento que corresponde a la imagen y la emparejas con la tarjeta.
Lo mismo con el resto de los vegetales/fruta.
También puedes hacerlo al contrario, presentando la fruta e invitándolo a encontrar la tarjeta con su imagen
Ejercicio siguiente:
Miniaturas safari LTD
Es el siguiente ejercicio a las tarjetas con imágenes, a partir de los 18 meses, cuando ya están familiarizados con el vocabulario o cuando no tienes la posibilidad de presentar tantos alimentos reales a la misma vez.
Materiales:
Una bandeja o mantel individual para presentar la actividad.
Un cesto con las miniaturas LTD de frutas y verduras, que puedes ver AQUÍ.
Un cesto con las tarjetas con imágenes que contienen la fotografía de la fruta o vegetal exactas a la miniatura. (Estas imágenes las encuentras en el descargable anterior).
Procedimiento:
Coges las tarjetas de frutas y las expones en el mantel o bandeja.
Invitas al niño a que te ayude a conseguir la fruta que corresponde a la imagen y la emparejas con la tarjeta.
Lo mismo con los vegetales.
También puedes hacerlo al contrario, presentando la fruta e invitándolo a encontrar la tarjeta con su imagen.
IMPORTANTE: Éste material tiene su propio control de error: que el alimento no corresponda con la imagen en la tarjeta. Por lo tanto, no es necesario que seamos nosotros quién corrija al niño.
14. Juego Heurístico.
El juego Heurístico es la continuación de la cesta de los tesoros, para cuando los niños ya se desplazan solos con facilidad.
A partir de los 18 meses los niños comienzan a comprobar una y otra vez cómo se comportan los objetos añadiendo modificaciones. El juego Heurístico respeta la forma de descubrir el mundo y en cómo se comporta el niño en esta etapa.
En el juego heurístico, el niño es el protagonista de sus propios aprendizajes. Él solito explora, investiga y descubre de manera natural y auto-guiada. Los elementos de juego favorecen el aprendizaje por descubrimiento, el conocimiento de la realidad, el desarrollo de la autoestima y el respeto por el ritmo y las necesidades de cada niño.
Este juego consiste en ofrecer durante un tiempo determinado y en un entorno controlado, una gran cantidad de objetos y recipientes de diversos tipos para que los niños jueguen libremente con ellos sin la intervención del adulto.
A través del aprendizaje activo, el niño:
Estructura el pensamiento.
Conoce y manipula materiales.
Entrena la atención y la concentración.
Aumenta la comprensión verbal.
Entrena la creatividad y la imaginación.
Materiales:
Entre 5 y 7 contenedores de la misma forma y tamaño.
Entre 10 y 20 piezas iguales o semejantes para poner dentro de cada contenedor. Dependerá del concepto a trabajar: colores, texturas, formas, tamaños, tipo de material.
Procedimiento:
Necesitamos tomarnos el tiempo para preparar el ambiente antes de presentárselo al niño.
Una vez seleccionados los tipos de materiales sensoriales y elegidos los recipientes más adecuados que harán la función de contenedor, se organiza la sala en varios puntos de juego, de manera que los materiales queden agrupados según sus cualidades.
Al principio el niño explora libremente el material, preguntándose “¿Qué puedo hacer?” para después comenzar a emparejar, tapar, destapar, abrir, cerrar, llenar, sacar, separar, girar, encajar, apilar, etc. El adulto en esta fase actúa de simple observador sin intervenir en la actividad salvo que sea necesario.
Cuando el interés por el juego comienza a decaer, el adulto puede intervenir y ayudar al niño a guardar cada material en su respectivo contenedor. De esta forma trabajamos la clasificación y categorización, además de adquirir hábitos de orden.
15. Cesta de pelotas.
Esta es una actividad tan sencilla como entretenida. Lo único que debemos hacer es poner en una cesta distintas pelotas con diferentes tamaños, texturas, pesos, etc.
¡Ahora que comience el juego libre y la diversión!
16. Pegar y despegar.
Esta actividad además de trabajar la motricidad fina, la coordinación y la concentración, es muy divertida y original.
Podemos aprovechar ocasiones especiales, como la primavera para hacerla temática (con hojas, flores, ramas, etc), o simplemente hacerla con distintos objetos que tengamos en casa como botones, cordones, pelotas, etc.
Opciones de Materiales:
Un folio de papel autoadhesivo.
Elementos temáticos:
De la naturaleza: distintas hojas, flores y ramas.
Elementos de costura: hilos de distintos tipos, colores y grosores, botones de distintos tamaños y colores, retazos de tela.
Trozos de goma lijeros: elásticos, gomas, pelotas, globos, etc.
Procedimiento:
Pegamos sobre la pared el folio de papel, con la cara autoadhesiva frente a ti. Puedes hacer un marco de celo alrededor del papel para fijarlo a la pared.
En un cesto o bandeja, colocas todos los materiales para que los niños puedan hacer un collage. Pegarán y despegarán muchas veces los elementos.
17. Experimentar con hielo.
Debemos preparar esta actividad con un día de antelación.
Congelaremos agua con figuras dentro. La idea es introducir cosas que motiven al niño a querer sacarlo.
Opciones de Materiales:
Bolsas con cierre hermético tamaño de bocadillo.
Elementos temáticos. Pueden estar relacionados con el agua, pero no es determinante:
Animales: marinos, del polo norte, dinosaurios, insectos.
Vehículos: acuáticos.
Plantas: De cualquier tipo.
Puedes conseguir las miniaturas safari LTD AQUÍ.
Una bandeja grande con bordes altos.
Un cuenco para colocar las miniaturas.
Un martillo de cocina.
Procedimiento:
Llena cada bolsa con agua hasta que puedas cerrarla + una miniatura de las seleccionadas.
Coloca las bolsas en el congelador durante un día.
Cuando estéis listos para la actividad, saca los hielos de las bolsas y colócalos dentro de la bandeja en el suelo.
Podéis tocarlos, explorarlos y dejarlos derretir. También podéis darles golpes con el martillo para romper el hielo.
Una vez descubran los objetos, podéis ponerlos en un cuenco aparte.
Con niños que dominan bien sus movimientos podemos tener preparado agua caliente, fría, sal y azúcar, para que ver lo que ocurre con el hielo al estar en contacto con estos elementos
.
El niño trabaja con esta actividad la parte sensorial, la motricidad fina, la atención y la paciencia. Desarrollan conceptos como frio, caliente, duro, blando, liquido, etc.
18. Espuma de afeitar.
Es una actividad que nos permite estar en contacto con una textura a la que no estamos acostumbrados.
Podemos poner objetos en una bandeja y cubrirlos de espuma para que los descubran con un pincel, cuchara, o con las manos.
Opciones de Materiales:
Una bandeja con bordes altos.
Elementos temáticos para elegir: Animales, vehículos, pelotas, figuras geométricas, letras o números.
Un cuenco para colocar los objetos que se descubran.
Procedimiento:
Prepara la bandeja con los objetos seleccionados para esta actividad.
Cubre de espuma toda la superficie de modo que no se vea lo que hay debajo..
Anima al niño a explorar dentro de la espuma. Puede utilizar las manos, cucharas y pinceles.
A medida que descubre un objeto, debe colocarlo en el cuenco.
Puedes tener a mano una bandeja con un cuenco con agua para limpiar los objetos y un paño para secarlos.
Los niños trabajan un montón de sentidos, el tacto, la vista, la motricidad gruesa y fina, la atención, la concentración e imaginación. Sobretodo el asombro ya que es una actividad que no es cotidiana y tiene muchas formas de presentarla.
Otra forma de jugar con la espuma es tirando sobre ella unas gotas de pintura o colorante alimentario. El niño con un pincel puede ir esparciendo la pintura.
En nuestro apartado de arte, encontrar más actividades para realizar con espuma.
TIPS: Si lo hacemos sobre un espejo, irán descubriendo su propio reflejo.
19. Luz y color.
Para esta actividad vamos a necesitar papel traslucido, de colores.
Podemos pegar los papeles de colores sobre las ventanas, para que al reflejar la luz en ellos, se dibuje la figura de color en el suelo. Los niños estarán fascinados viendo lo que ocurre.
Otra opción para utilizar el mismo material, es construir unas gafas de cartón para mirar a través de los colores.:
20. Mesa de luz.
La mesa de luz es uno de los recursos educativos que más atraen a los niños. Se trata de una superficie con base luminosa que les permite experimentar de forma sensorial haciendo sus propias creaciones artísticas o usándola para cualquier tipo de juego que él mismo invente. También para aprender las letras, los números y figuras geométricas.
La superficie luminosa mantiene a los menores con un alto nivel de concentración y les invita a experimentar con ella. De esta forma, con su propia manipulación de los recursos ofrecidos, construyen su propio aprendizaje.
Hay infinitas posibilidades de trabajar y jugar con la mesa de luz. Podemos poner sobre ella lo que se nos ocurra que tendrá otra perspectiva desde allí. El efecto de la luz debajo de la bandeja permite todo tipo de juegos: Dibujos, pintura, exploración y trazo con semillas… los usos son infinitos, es un recurso básico que acompañará con calidad horas y horas de exploración y diversión.
Algunas ideas de actividades para la mesa de luz son las siguientes:
BANDEJAS SENSORIALES SOBRE LA MESA DE LUZ:
La mesa de luz es ideal para que los niños experimenten con transparencias y mezclas de colores cuando colocan uno sobre otro.
También es una gran oportunidad para comparar las distintas figuras geométricas.
Más opciones:
Cuento sobre la mesa de luz.
La luz potencia la concentración y la atención de los niños, por eso, podemos aprovechar para contarles los cuentos de una manera diferente antes de irse a dormir.
En la Web hay muchas páginas para descargar personajes de cuentos infantiles y poder imprimirlos en la impresora en hojas translúcidas.
En estos ejemplos descargamos los personajes de los cuentos de “A qué sabe la luna” que tiene un mensaje muy lindo sobre la unión y el compañerismo y del cuento “El monstro de colores” que nos da la oportunidad de hablar mucho con los niños sobre sus emociones.
Dibujar y pintar sobre la mesa de luz.
Tanto para pintar libremente, pintar sobre arena o pan rayado con las manos, como para copiar trazos o dibujos, la mesa de luz es una gran herramienta.
Cuando los niños ya son mas grandes, podemos practicar letras, números y trazos con elementos.
OTRAS IDEAS PARA JUGAR CON LUZ
Preparar un espacio rodeado de lucecitas para juego libre y simbólico
21. Espejos.
Se trata de uno de los elementos más importantes en el desarrollo de los niños durante los primeros años de edad. Gracias a ellos podemos conseguir que el niño consiga un desarrollo básico en el conocimiento de sí mismo.
Reconoce los movimientos que realiza, consigue mejorar la coordinación y la precisión en los movimientos. Al jugar frente al espejo, el niño está motivando la maduración del cerebro, concretamente en lo que concierne a la percepción y a cómo debe procesar la información recibida.
La posibilidad de que el niño se observe le permite ir construyendo su auto concepto como persona independiente de la mamá e ir formando su esquema corporal, tomando consciencia de su cuerpo y su yo como persona activa.
Espejo de esquina.
Es una manera de facilitar más oportunidades de explorar con los objetos a varios niveles, multisensorial y matemático; Formas, simetría, simetría radial, ángulos, multiplicación, patrones, rotación, reflexión,… Muchísimos conceptos matemáticos complejos pueden asentarse de forma vivencial facilitando una base de aprendizaje para los pequeños
Combinado con muchos tipos de materiales no estructurados pueden ofrecer resultados increíbles que a los peques siempre les causan sorpresa, admiración y alegría.
Espejos con formas.
Es una manera de jugar de manera sensorial deformando la imagen real que a los niños les gusta mucho.
Los espejos pueden pegarse a la pared o simplemente jugar en el suelo, poniendo encima de los espejos los elementos que quieran, tanto juguetes como crema, espuma de afeitar, etc.
Bandejas de espejos.
La base con espejo permite hacer patrones, clasificar, recolectar y jugar con el reflejo de los rayos del sol sobre las bandejas.
Pintar sobre espejos.
Al igual que ocurre con la mesa de luz, los espejos crean una conexión sensorial hipnótica para los niños. Donde su concentración, creación y capacidad para imaginar potencian la actividad en muchos sentidos.
Juego libre sobre espejos.
Lo mismo ocurre cuando presentamos materiales y los dejamos para el juego libre. En las siguientes fotos, pueden ver algunos ejemplos.
22. Pescar pequeños objetos.
Esta actividad consiste en pescar elementos que flotan en el agua.
Cuando son pequeños podemos comenzar con objetos grandes y cucharones perforados, cuando el niño controle mejor sus movimientos podemos ofrecerles objetos más pequeños y una espumadera.
Algunos objetos que podemos introducir en el agua para esta actividad son algunas frutas enteras, cortadas, solo su cáscara. Piedras de distintos colores, flores, legos, etc.
Cuando los niños vayan adquiriendo mas precisión en sus dedos, manos o en sus movimientos podemos jugar con elementos mas pequeños como bolas de gel.
Cuando los niños son mayores, podemos aprovechar al ver que están interesados en algún tema puntual, como por ejemplo las letras y hacer juegos sensoriales relacionadas a ellas como por ejemplo, tener que pescar las letras y ponerlas en su lugar.
O por ejemplo, aprovechar el juego y la experimentación para que pesquen animales y colocarlos en su imagen correspondiente en las tarjetas con imágenes.
Si hace buen tiempo, podemos poner bombitas de agua en un gran recipiente, asi las pescan y comienza una divertida guerra de bombitas.
Otras ideas originales y muy divertida para jugar con los peques, son pescar gomitas con palitos pequeños, esto les obliga a concentrarse mucho y dominar su motricidad fina al máximo. Al igual que pescar con palitos distintas tapas de botellas y pescar las pelotas con los pies, para pasarlos a otro lado.
23. Selección y clasificación
Todas las actividades de orden y clasificación ayudan a los peques a crear un orden mental que facilita el aprendizaje posterior en cualquier ámbito.
A partir de los dos años los niños aprecian las actividades de clasificación y selección y son capaces de llevarlas a cabo con mucha concentración.
Para presentarles las primeras actividades de clasificación tengamos presentes que tienen que ser sencillas, o sea, deberán seguir un único criterio a la vez, de forma, de tamaño o de color.
En la Vida Práctica, pueden ayudarnos a la hora de la colada, clasificando los calcetines por pares, poniendo los cubiertos en el lava vajilla, separando la ropa por color, etc.
Pero también podemos ofrecerles actividades preparadas y presentadas para este fin.
Cada vez que vaya dominando la actividad añadiremos más dificultad con objetos que tengan más semejanza entre sí, como por ejemplo mismo color pero diferentes formas o alguna dificultad con relación a la motricidad fina.
A medida que los niños van adquiriendo más conocimiento podemos jugar a clasificar los medios de transporte (aéreos, terrestres, marítimos), lo mismo con los animales. Clasificar por tamaños, criterios comunes, etc.
También pueden clasificar separando los alimentos, por ejemplo las frutas de las verduras, la comida sana de snacks no tan saludables para ir generando consciencia de la alimentación, etc.
Podemos añadir lenguaje a esta actividad incorporando las tarjetas de nomenclatura con las fotos y los nombres de cada alimento que deberá clasificar.
En nuestro curso de actividades de lenguaje, encontrarás más actividades relacionadas al desarrollo de la lengua, escritura y lectura.
24. Cajas de permanencia
A los niños les encanta guardar cosas en cajas, realizar comparaciones, seleccionar y clasificar. Todas estas acciones son funciones de las áreas matemáticas.
Los pequeños necesitan aprender a comprender que las cosas existen a pesar que no puedan verlas. Con las cajas de permanencia entienden a través de la experimentación por ellos mismos este concepto.
A continuación les dejamos algunas imágenes deinspiración para que puedan realizar las cajas en casa.
25. Ensartar, encastrar, enhebrar.
Todos los niños pasan por etapas donde les encanta ensartar en una barra distintos objetos, enhebrar con cordones y realizar los primeros puzzles de encastre.
Es un gran aprendizaje para ellos, ensartar en una barra con anillas, cubos, esferas, etc. De esta forma trabajan la coordinación de forma precisa
A continuación, les presentamos distintas opciones caceras para proponer a los niños.
En una azucarera de cristal podemos insertar espaguettis en sus orificios.
Podemos prepararles una bandeja con cañitas y macarrones para incertar.
Y si tenemos plastilinas en casa podemos usarlas para sostener las cañitas para que sea mas cómodo el encastre.
Enhebrar es un trabajo de mucha precisión y motricidad fina. Además de mucha concentración.
26. Encastres.
Los encastres Montessori tienen muchas ventajas que nos permiten que los niños de manera independiente puedan jugar y aprender.
Por primera vez podemos presentar un material que tenga pocas “distracciones” y que permita que los niños puedan concentrarse en una sola cosa a la vez. A medida que vayan dominando los conceptos y los movimientos, podemos presentarles alternativas con mayores elementos de complejidad.
Por ejemplo, en las secuencias de fotos que veremos a continuación, primero tenemos un encastre solo con cuadrado azul, luego uno con círculos de distinto tamaño pero del mismo color. Por ultimo un encastre de distintos colores y formas.
Este material de la metodología Montessori, es perfecto para que, en una primera etapa los niños jueguen a encajar la pieza del puzzle desarrollando así la motricidad fina y la coordinación de mano y ojo. Más adelante, se enseñan a los niños de una manera sensorial, tocando y manipulando las piezas, el nombre del “cuadrado” y el color.
Además, existen muchas otras actividades que se pueden realizar con este material, como crear plantillas con la forma geométrica dibujada en un papel y poner encima la pieza y añadir después la tarjeta con su nombre correspondiente.
Este encastre favorece la práctica de la propia corrección del niño, importante para que aprenda por sí solo, ya que no necesitará ayuda para saber si se ha equivocado, porque las piezas solo encajan si se ponen de la manera adecuada.
Los encastres de cilindros:
Este material de la metodología Montessori es perfecto para enseñar a los niños el concepto de tamaño y volumen ya que los cilindros varían en altura y en diámetro.
Es ideal como ejercicio visual, ya que al ser todos los cilindros de madera, lo único que varía es el tamaño y el diámetro, de manera que el niño se centra en esas características. Aquí también se juega con el peso, comprobando como el cilindro más grande pesa más y el peso disminuye en los más pequeños.
Los cilindros están especialmente diseñados para ser cogidos por el botón.
Este ejercicio favorece la práctica de la propia corrección del niño, importante para que aprenda por sí solo, ya que no necesitará ayuda para saber si se ha equivocado. Le faltarán o le sobrarán huecos en los bloques o le sobrarán cilindros cuando haya acabado de introducirlos todos en su hueco.
Cuando los niños ya van creciendo podemos presentarles los puzzles de fracciones para que jueguen con conceptos matemáticos. Este juego matemático asegura que el proceso de abstracción matemática se basa en una actividad del niño con un material que puede manipular y tocar como son las piezas de madera.
De esta manera, los niños interiorizan un desarrollo lógico que va desde lo concreto y manipulable hacia lo abstracto.
Cuando ya son un poco más grande lo ideal es que hagan puzzles de cosas reales, de esta manera además de jugar están comprendiendo y asimilando las diferentes partes del cuerpo humano, animal, de las plantas, etc.
27. Geoplano isométrico.
El Geoplano isométrico es un recurso didáctico que nos permite introducir conceptos geométricos de manera manipulativa, lo que favorece a una mejor comprensión de toda una serie de conceptos abstractos, ya que los niños mientras juegan van manipulando y experimentando con el concepto.
Consiste en un tablero de madera macizo basado en una trama triangular con los pivotes situados en los vértices de triángulos equiláteros, y la distancia entre cada punto y todos los puntos contiguos a él, es la misma.
De 3 a 5 años: Pueden comenzar a jugar y manipularlo de forma libre. Disfrutarán creando figuras, letras o diseños sencillos.
De 5 a 8: continuarán con la creación libre pero realizando dibujos más complejos y podrán representar figuras de dos dimensiones. Comenzarán a descubrir propiedades matemáticas que se pueden complementar con ejercicios específicos.
Son múltiples las actividades que permite el geoplano isométrico:
Construcción libre: utilización de las gomas para elaborar diseños y trabajar la psicomotricidad fina.
Representación de formas geométricas: usar las gomas para trabajar la geometría plana y procesos matemáticos básicos: escalar, desplazar, simetría, etc.
Representación de figuras geométricas volumétricas básicas tales como cubos, paralelepípedos o pirámides.
Descubrimiento de las piezas volumétricas construyendo sus planos partiendo de figuras dadas.
En ella se pueden colocar las gomas elásticas que van a servirnos para representar las diferentes figuras y así descubrir la relación entre superficie y volumen, profundizar y comprender los conceptos de áreas y planos geométricos.
28. Perforar.
Es una actividad de mucha precisión. Trazaremos con pequeños puntos sobre una hoja el contorno de un objeto (cualquiera que queramos). Pondremos la hoja sobre una superficie donde el niño pueda perforarla con un plumón.
Aprenderá a utilizar la fuerza de los dedos y a seguir la línea con éxito. Este ejercicio le ayuda a preparar la mano para el lápiz.
29. Imanes y metales
Jugar con metales e imanes es una actividad que no solo le gusta a los pequeños, a los adultos también! Por eso no podemos dejar de presentarla como una actividad sensorial ideal para despertar la curiosidad e imaginación de los pequeños en su primera infancia.
El sonido de las anillas de metal es hipnótico y la comparación al insertarlas mezcladas con tuercas les hace comprender las diferentes propiedades de cada elemento. Las anillas se insertan fácilmente, mientras que las turcas necesitan mucha destreza en la mano, mucha motricidad fina. Además las turcas se encastran moviéndolas hacia un sentido, pero para sacarlas se darán cuenta que tienen que cambiar el sentido.
En esta propuesta el niño va moviendo las anillas y se maravillan al ver como caen dando círculos.
Jugar con imanes es una actividad que puede presentarse de muchas maneras.
Existen juguetes muy chulos en el mercado con este fin
Desde letras imantadas para jugar en las pizarras, varas con círculos translucidos con aros metálicos (imagen a continuación), juegos de pesca a través de imanes, etc.
Después esta en nuestra imaginación, comenzar a mezclar los elementos que tenemos para crear nuevas experiencias de juego.
Hasta el próximo capítulo: